jueves, 21 de febrero de 2013

Santiago-Lican ray. Parte 1

Días antes de partir a esta nueva aventura de 2700km aproximados en total, le hice unos arreglos a la moto, obviamente pensando en mi seguridad y en no tener  problemas mecánicos durante el viaje. Dentro de estos arreglos estaba contemplado cambiar  el neumático trasero. Neumático  que por ahorrarme un par de monedas, se convirtió en un neumático  Yuanxing  de procedencia china muy  económico y malo a la vez, el cual finalmente se convertiría en casi mi única causa de preocupación durante el viaje.

Día 1: jueves 24 de enero 5:15am. Me levante luego de no haber dormido casi nada, pues  pase casi toda la noche entre ordenar las cosas que llevaria y despedirme.
Amarre todo de la mejor forma que pude y salí de casa. Me encontraría con George a las 6:00 en Camino a Lonquen con A. Vespucio.

Condujimos nuestras motos durante unas dos horas por la ruta 5 sur acompañados siempre por una neblina que le basto solo 5 minutos dejarnos completamente mojados. 
Cuando dejamos la ruta 5 para desviarnos hacia la costa por la ruta que va paralela al rio Mataquito , pasando por Teno y Hualañe entre otros, el tiempo comenzó a mejorar, pasaba el frio por fin,  aparecía un poco el sol y subía la temperatura. 

La ruta junto al rio mataquito te da dos opciones, puedes ir por el lado norte del rio por el camino de pavimento o puedes ir por el lado sur del rio por un camino de ripio, las dos rutas te llevan al mismo lugar.
Algo preocupante de lo que me di cuenta en este viaje, es mi forma de atar las cosas a mi moto. Con la vibración producida al andar, se soltaron mis amarras, desconozco cuanta distancia alcance a recorrer arrastrando mi saco de dormir por el suelo. Para agregar más desgracia a mi situación, la única parte donde el camino estaba mojado, fue por donde arrastre mi saco. Recogí mi saco en gran parte embarrado y un poco roto y lo guarde en una bolsa junto a las risas de George y mi verguenza y lo volví a amarrar.

Fotografía de George Cerda Q.

Volviendo al pavimento nuevamente nos dirigíamos por la costa rumbo al sur, hacia Concepción. Al pasar por las afueras de Constitución decidimos entrar al pueblo para cargar combustible.
Terpel, ubicada junto al rio Maule.
Bien poco pudimos conocer de este pueblo, pero se nota que aun esta en proceso de ponerse en pie luego del terremoto y posterior tsunami, del pasado 27 de febrero del 2010. 
De vuelta a la ruta, pasamos por Chanco, lugar donde luego de unas 9hrs conduciendo sin parar mas que lo justo y necesario (peajes y cargar combustible), parábamos a tomar un respiro. Aprovechamos de comer algo, un par de panes acompañados por una bebida y continuamos.

Después de esa parada, todo fue avanzar y avanzar sin detenerse, cruzando pueblos y más pueblos. Lo que más queríamos en ese momento era llegar a Concepción. Ya no importaban los paisajes, solo queríamos llegar a descansar. 
Finalmente llegamos a concepción, a la casa de la familia de George, le dábamos por fin un  merecido descanso a nuestras motos y a nosotros tambien. Eso si no sin antes por mi parte intentar limpiar y secar mi saco de dormir y George por su parte hacerle el cambio de aceite a su moto.

Día 2: Viernes 25 de enero. No recuerdo a que hora desperté, pero de seguro no fue muy temprano. Tomamos desayuno y George salió a arreglar unos asuntos personales. 
Entre tanto me entretuve jugando con los Lego de un niño de la casa
Hasta que cayo desde la mesa...
mientras George volvía   amarre  mis cosas nuevamente sobre la moto y me asegure de que esta vez mi saco quedara bien firme para no  tener que arrastrarlo nuevamente por el camino.
Cerca del medio día salimos nuevamente a la aventura, la idea era llegar a un sector llamado la boca, lugar donde desemboca el rio Bio-Bio en el mar. 
George era el semi-conocedor de la zona, asi que yo solo lo seguí…
Camino equivocado: no llegamos a la boca, en su lugar Caleta Lenga. Un lugar bastante bonito con una playa bastante extensa y limpia.

Luego de un par de fotos y averiguar sobre como llegar a La Boca, emprendimos nuevamente el rumbo, esta vez sin equivocarnos.

 
Un lugar muy lindo resguardado como santuario (santuario de la naturaleza de Hualpen), donde me fue posible apreciar por primera vez una colonia de Cormoranes, aves que extrañamente siempre me han llamado la atención.  





Desde la desembocadura del Bio-Bio, nos dirigimos hacia el sur con destino a Lota a conocer la mítica mina “Chiflon del Diablo”. Como al parecer era el día de perderse, pasamos por lota y no nos detuvimos hasta que nos dimos cuenta que nos alejábamos del pueblo. Volvimos al pueblo y cargamos combustible nuevamente y consultamos como llegar a la famosa mina ahora convertida en museo. 
Al llegar a la mina nos dimos cuenta que la unica forma de acceder a ella era comprando el Tour. Tour que comenzaba unos 40min mas tarde.
La idea era solo sacar un par de fotos y decir “yo estuve acá” por lo que el tour completo no lo haríamos
Ya era tarde y teníamos como meta llegar esa noche a Puerto Saavedra a 240km aprox de distancia desde lota, donde además  50km de estos eran de camino de tierra y desconocido para nosotros.

Desde Lota avanzamos sin parar hasta Tirua un lugar bastante tranquilo y donde ya se comienza a respirar esa paz y hermosura de los paisajes del sur de Chile. Y tambien  lugar donde casi me come un perro, que estaba afuera de una comisaria. Perros, tan fieles con los hombres y a la vez tan enemigos de los motociclistas. 
Apenas termina el pueblo de Tirua también termina el camino asfaltado, desde ahí en adelante son 54km de tierra hasta Tranapuente. 

Podría resumir este tramo de la ruta en: Mi parada para atar nuevamente mis cosas sobre la moto, ya que mi saco nuevamente iba casi colgando y en los dos dolorosos piedrazos en mi pie izquierdo, propinados por la tracción de la rueda delantera de la moto sobre el camino de piedras. Realmente cuando termino ese camino estuve a punto de besar el pavimento.
Como no quería fotografiar mi moto cada vez que paraba para atar nuevamente mi saco de dormir, esta vez fotografié el lugar preciso  donde me detuve para hacer lo que a estas alturas del viaje ya era una constante.



Llegamos a Puerto Saavedra casi a las 20hras y nos quedamos en un camping cercano a la playa Maule. Luego de comer unos humildes choripanes en nombre del almuerzo y la once que ese día no existieron, fuimos a dar una vuelta a la playa. Playa que en el sentido de balneario no ofrece nada. Ni hablar de lo muerto que estaba el pueblo de Puerto Saavedra a las 10 de la noche.



Día 3: 26 de enero. Desperté casi a las 6 de la mañana y desde ahí no pude dormir más, casi a las 10 am subimos a nuestras motos y nuevamente continuamos nuestra ruta.
Ahora nos aguardaba otro camino de tierra, otros 50 km de tierra en dirección a Nueva Tolten rodeando el Lago Budi, famoso por ser el único lago salado de Sudamérica.
Antes de irnos definitivamente de Puerto Saavedra quisimos conocer la playa los pinos, pero cobraban $2000 por moto, un abuso considerando que solo queríamos ver que tal era. En fin, en su lugar volvimos por el mismo camino y llegamos a Playa Maule.
Antes de ir por el camino de ripio hacia Nueva Tolten, llegamos a Boca Budi no por decisión propia sino que nunca vimos donde era el desvió hacia donde realmente íbamos. Cuando nos devolvimos buscando el desvió nos dimos cuenta que estaba en el mismo lugar donde rato antes habíamos tomado la siguiente fotografía.
El camino de ripio por el cual avanzábamos a diferencia del que une Tirua con Tranapuente, era angosto y con hartas ramas asomadas al camino, realmente extrañe un cubre-puños en ese momento.
Desconozco cuanto tiempo o kilómetros habríamos avanzado hasta el momento que nos topamos con el letrero mas chanta del mundo. Nos indicaba un kilómetro para llegar a Teodoro Smith. 
O era el kilómetro mas largo de mi vida o el letrero no nos daba la información correcta.
Por lo menos esto nos da la excusa perfecta para defendernos de habernos equivocado antes y llegar a Boca Budi y con lo que nos ocurriría mas adelante al tomar mal una bifurcación del camino en donde debíamos doblar hacia la derecha en dirección a Hualpin y lo hicimos hacia el lado contrario en dirección a Puerto Dominguez. Por suerte nos percatamos a tiempo de nuestro error por que de lo contrario hubiésemos terminado dando la vuelta completa al lago Budi y nuevamente en Puerto Saavedra. Ustedes se preguntaran quizas ¿porque se perdieron tanto?. En nuestra defenza les digo que contabamos solo con un rutero Copec, donde aparecen solo las principales rutas, insuficiente para salir airoso del laberinto de caminos en que se convierte esta parte de la Novena Region.

Como si perderse no fuera motivo de preocupación suficiente, mi saco nuevamente colgaba hacia un costado de la moto. Pero esta seria la ultima vez que me preocuparía de mi saco...

No vote mi saco, sino que encontré la forma de atarlo para que no me incomodara mas.
Casi al llegar a Hualpin el camino de ripio se hace ancho casi tanto como una gran avenida de la capital y sigue casi en linea recta hasta Hualpin.


Pocos kilómetros antes de llegar a Hualpin volvieron nuestras motos a rodar por el pavimento.

Ahora avanzábamos cruzando y luego al lado del rió Tolten, desagüe del lago Villarrica, muy cercano a nuestro destino final.


Esta forma de viajar tiene puntos a favor y otros no tanto. Y es acá donde han nacido algunas dudas con respecto a otros viajes que tengo planificados. Y que muchos de ustedes quizás también lo han tenido. El dilema nace desde la perspectiva de conocer muchos lugares, pero muy poco de cada uno o de conocer menos lugares pero teniendo la posibilidad de conocerlos mas a fondo.
Eso fue lo que me sucedió al pasar rápidamente frente a pueblos como Tolten o mas aun frente a Queule, lugar que nunca había oído nombrar y que me dejo asombrado por su belleza natural.




Por lo menos me queda el consuelo, de que es una excusa valida para volver a ese lugar, tan poco conocido para mi.


Unos 9 kilómetros mas al sur, se encuentra el poblado de Mehuin. Ultimo pueblo costero que vería en este viaje. Desde ese punto nos comenzamos a alejar de la costa y tomamos rumbo hacia la cordillera .


De ahí en adelante todo fue andar y andar, penando en llegar lo mas pronto posible a Lican Ray. 

Pasamos por San Jose de la Mariquina, viajamos por la Ruta 5 en dirección al norte hasta Lanco y desde ahí hasta el pueblo de Panguipulli, ubicado a orillas del lago del mismo nombre.

Nuestro rápido paso por Panguipulli se convirtió en nuestra ultima parada antes de llegar al lugar con el que sueño todo el año.
Podría gastar un montón de lineas intentando explicar por que Lican Ray se ha convertido en mi paraíso terrenal, pero no quisiera aburrirlos con tantas historias de niño, adolescente y ahora otra vez un niño... Con permiso de conducir.

Continua...
vea la segunda parte de este viaje aca