martes, 18 de junio de 2013

Lonquen y alrrededores mas Cerro Renca

Debo comenzar contándoles que no tengo ni la mínima idea de los lugares específicos donde estuvimos, lo que si tengo claro es que inicialmente iríamos al cerro Lonquen e intentaríamos llegar a las antenas de este.  Intento que se vio  frustrado por los portones cerrados que bloquearon el paso.
Pero antes de seguir con la ruta les cuento que  la noche anterior nos juntamos con Ribo y Cristopher  para ajustar las válvulas de mi moto. 


Debo aclarar que debido a mi casi  nulo conocimiento de mecánica, quien regulo las válvulas fue Ribo y yo solo me dedique a intentar limpiar el carburador.


Ah, olvidaba contarles además que compartimos unos choripanes, preparados por Cristopher. Para que contarles el tiempo que demoro en prender el carbón, pero si debo aprovechar esta oportunidad para burlarme ya que generalmente sufro de  burlas cuando he sido yo el encargado del fuego.


Entre conversar y dedicarnos a la mecánica y comer choripán, nos dieron las 2 de la mañana.  Las válvulas nuevamente volvían a tener la separación recomendada de 0,8mm y no el doble como estaban. Del carburador que les puedo decir, quedo tal cual como estaba, quizás más limpio pero no bien carburado.
Bueno retomando el relato de la ruta, sali de la casa a las 8:10 con rumbo al pronto copec de la ruta 78, punto de encuentro ya habitual, donde me encontraría con ribo e iríamos al siguiente punto para encontrarnos con Cristopher.
Casi acusándonos de impuntuales, la noche anterior Cristopher nos dijo: “lleguen a la hora los weones”. Cuando llegamos al lugar indicado por Cristopher, donde supuestamente nos estaría esperando, el NO ESTABA. Al paso de unos minutos llego.  Y qué manera de llegar.
Con la noticia de que sería imposible entrar al cerro Lonquen, nos fuimos a otro lugar donde podríamos acceder a un cerro.



Luego de entrar por un terreno privado, llegamos a un camino de tierra que avanza por la ladera de los cerros de Lonquen.
Mientras avanzábamos por  el camino, pasábamos a ratos frente a desvíos que llevan a las casas del lugar, fue en uno de esas entradas donde Cristopher quiso ir a observar si se podía acceder al cerro, pero solo encontró una casa y a su dueña gritando a todo pulmón: “¡Que pasaaaa!” con dificultad Cristopher le respondió que se habría equivocado de camino y dio vuelta su moto, entre los constantes gritos de la señora indicando que rompería la cañería con la rueda de la moto y las amenazas de que el perro bajaría para atacarlo.


Posterior al gracioso percance continuamos el camino original y llegamos a una pequeña cuesta que lleva a unas copas de agua, la llegada a estas copas, también significo el término del camino. Parece que perderíamos el día buscando alguna ruta más larga y entretenida.



Y asi con las copas de agua como gran final de ese tramo del camino bajamos en busca de otra ruta



Ribo propuso ir a la Puntilla, así que rápidamente nos fuimos hacia ese sector.



En el puente La puntilla que cruza el Rio Maipo entramos a la ribera del rio.

Comenzamos a avanzar por una pequeña huella por el borde del cerro hasta que vimos que con la cantidad de agua que llevaba en ese momento uno de los canales del rio, nos impediría el paso.


Entre los tres y sin mucha dificultad dimos vuelta las motos en la angosta  huella en el cerro y bajamos a la ribera del rio para buscar un lugar menos profundo para atravesar.
Antes de bajar caminamos por otra pequeña huella esperando encontrar otro camino, pero esta desaparecía unos metros mas abajo. Lo que si encontré fue un pequeño juego de herramientas, que suerte la mía a pesar de que me molestaron diciendo que no las ocuparía, haciendo referencia a mi poco conocimiento mecánico.
No quisimos arriesgarnos a cruzar este canal y dimos por terminada esta parte de la ruta.


El siguiente intento fue en Naltahua, ahí y sin mucho éxito en primera instancia subimos hacia donde esta la viña Tarapaca (no estoy tan seguro de que este sea el nombre de la viña) así que volvimos sin encontrar nada interesante. Eso si en ese lugar Cristopher  recordó que la ley de newton  no es solo teoría.

En el cuarto intento por encontrar  una ruta de tierra entretenida de realizar nos dirigimos hacia una antigua mina  abandonada hace bastante tiempo.
Buscando la forma de subir a la mina llegamos a un punto donde claramente habían echo un corte en el camino para evitar que pasen vehículos por el lugar. Eso si quedaba un pequeño espacio donde puede pasar una moto. Ribo mas experimentado paso el obstáculo de inmediato. Lo siguió Cristopher, en modo kamikaze se lanzo al ataque del obstáculo sin pensarlo dos veces y estuvo a punto de lograrlo y salir airoso, pero al golpear su rueda delantera con una raíz que se asoma en la huella perdió el control. El resultado su moto en el suelo y su espejo derecho quebrado, justo el derecho…  el que tiene el hilo en sentido contrario, maldición!.


 Mientras estábamos  en el lugar, Ribo se percato que había extraviado el control remoto con el que controla la cámara de su casco. Así que rápidamente volvió a lugar donde creía que se había caído cuando se detuvo para sacarse la mochila y revisar  su bolsa de agua luego de sentir que se había roto.
Mientras tanto Cristopher sacaba los espejos, para evitar romper el que aún se conservaba intacto yo miraba una y otra vez por donde pasaría, estudiando en todo sentido el lugar y aumentando mis temores mas horrorosos, que iban desde caer con la moto encima a caer cerro abajo.



Cuando llego Ribo luego de encontrar  su control remoto, sacaron las cámaras para inmortalizar mi posible caída.
Temeroso le di arranque a la moto y me puse frente a frente al motivo de mis preocupaciones.
Al pasar no me caí, pero no puedo decir que pase como campeón por el lugar, incluso recibí la ayuda de Ribo. Olvidaba contarles que al estar mal carburada la moto el motor se detenía a cada rato y era necesario estar acelerando en todo momento para que esto no ocurriese, eso sumado a mis neumáticos duales me permiten defenderme de mi forma tan poco técnica de pasar. El vídeo de esta pasada con el cual ya me han hecho bulling, lo anexare con un link al final del relato.
El esfuerzo realizado  valió nada luego que unos pocos metros mas arriba tras una curva el camino terminaba abruptamente.



 Bajamos y tomamos otro camino que nos llevo a la mina abandonada.






Después de tomar unas fotos decidimos bajar al rio y abrirnos camino entre agua, arboles, tierra, arena, piedras grandes y chicas y barro. Luego de deambular  de un lado a otro por distintos lugares encontramos la parte mas entretenida de la ruta en el rio.







Y así luego de dar mil vueltas por el sector buscando una ruta entretenida dimos con la ribera de este rio lo que significo un final entretenido para esta ruta tan trabada, no por la dificultad, sino que la poca suerte que tuvimos en la búsqueda de una ruta de tierra que valiera la pena. Luego de dar unas cuantas vueltas por el rio atravesando por el agua de un lado para otro y pasando por charcos de barro y sobre grandes piedras comenzamos la vuelta a casa para celebrar el día del padre o como dijo Ribo el día del Tio.

esto no fue una caida, fue una estacionada con estilo...




CERRO RENCA

El cerro renca siempre me pareció lejano, a pesar que vivo a pocos minutos de el. Posiblemente esta lejanía era una barrera mental que fue creciendo en mi por el hecho de que este cerro no  ofrece ningún atractivo natural como un bosque o rio que lo recorra, ni tampoco fue una cumbre que añorase alcanzar en mis tantos intentos de trekking por los cerros de la región metropolitana. 


Es así, que siempre busque explorar sectores como el cerro San Ramon, La Cruz o en alguna ocasión el Cerro Provincia. Incluso en mi inicio en esta ya no tan nueva pasión de las dos ruedas, generalmente he buscado explorar los sectores cordilleranos como El Embalse el Yeso o realizar la mítica Ruta del Cóndor, pero hace bastante rato que Ribo nos comentaba de las bondades de este cerro, por lo que ya se hacia una necesidad ir a conocerlo. 



Nos juntamos con Cristopher, Ribo e Intiman y partimos rumbo al cerro en cuestión. Luego de un par de vueltas por las calles de Renca evitando la feria libre en la calle Condel llegamos a los pies del Renca. En ese punto nos esperaba Pistolero en su Dr200. 
Comenzamos a subir por un camino vehicular y al cabo de unos pocos metros nos topamos con la primera trepada, larga y no tan complicada como lo pensé durante unos minutos. A su lado una pequeña pista de cross donde Pistolero practico un buen rato.

Yo intente un momento y luego de salirme de cada curva que tome, me aburrí  y me dispuse a intentar subir. La barrera psicologica que me pongo siempre que me enfrento a algo mas o menos difícil me hacia pensar que no lo lograría, pero finalmente subí y no fue para nada difícil, ahora bien, no subí como un campeón, lo hice según mis capacidades y las de mi pequeña moto 125cc pero fue digno. ademas le di la razón a Ribo con lo que siempre me dice con respecto a mi negatividad al pensar que no soy capas de subir o pasar un obstáculo.

                           

Estuvimos toda la mañana recorriendo el cerro y sus cerros vecinos de lado a lado, buscando en cada rincón una forma de subir.

Mi percepción con respecto a este cerro cambio, paso de ser un cerro sin gracia a ser un lugar entretenido y cercano para practicar e ir aprendiendo mas sobre este mundo de las motos.
Ademas  recuerdo que alguna vez escuche una historia sobre este cerro y un niño con cabeza de chancho que habitaba en una cueva del lugar.


La leyenda popular cuenta que hace bastantes años en estos cerros, llego un hombre en busca de un preciado metal. Don Emilio Lazo, quien dispuso de toda su fortuna para la búsqueda de yacimientos del tan añorado oro del cerro renca.


Durante mucho tiempo busco y busco, pero no encontró nada y ya resignado a su fracaso, termino dándose por vencido dejando la cueva abandonada y el quedo en la mas profunda ruina. 

Se dice que tras el paso de unos años, una familia tuvo un bebe que nació con malformaciones en su cabeza y rostro, tales malformaciones lo hacían tener apariencia de chancho.


Con el paso del tiempo el niño fue sintiendo el rechazo de sus pares y de la comunidad entera. A todos les daba miedo acercarse a el.


Este hombre con cabeza de chancho se fue a vivir al cerro, donde nadie lo podría mirar raro ni sentir miedo de el. Con el tiempo la soledad lo volvió loco y se cuenta que por las noches se pasea por las calles de renca cercanas al cerro, buscando niños para robárselos y luego comerlos.


Como pueden ver este cerro, que todos los santiaguinos alguna ves hemos visto, de lejos o de cerca y que ha llegado a ser un poco mas conocido por su singular frase "Renca la lleva", esconde sus secretos, yo acabo de descubrir un lugar cercano donde ir a practicar y mejorar la técnica en este tipo de terreno y borre todo prejuicio o estigma con este lugar.


Seria importante eso si, que la gente cochina y mal educada deje de botar escombros y basura en su entorno y en general no botar basura en ningún lugar. 



Por lo menos queda la tranquilidad de que quienes frecuentan este cerro, ya sean motociclistas o ciclistas se han preocupado de no ensuciar un lugar cercano, gratis y genial para practicar, pues no recuerdo haber visto basura en los lugares mas altos del cerro que es donde se practica.